lunes, 29 de agosto de 2011

La caída de la magnolia - Daniel Faria







Que pena ver a la magnolia caer. Créeme.

El relámpago cae

Sobre ella. La tempestad.

Las plantas son tan frágiles como las cabañas de los hombres.

Somos muy frágiles los dos en este poema.

Con el relámpago, la cabaña, con la magnolia en los hombros

Sin ningún terreno pulmonar intacto

Para que después de mirarnos uno de nosotros diga

Plantémosla aquí – aquí

Es mi pulso, es mi boca

Es la retina con la que buscas, es la madera de la puerta

Con la que te encierras en casa. Te prometo

Yo nunca voy a cerrar los ojos

Las manos.



Daniel Faria


(Traducción de Pablo Fidalgo)